lunes, 16 de noviembre de 2009

TERAPIA OBLIGADA

Mi mamá murió hace un año. Mi papá casi nunca está, viaja mucho por su trabajo. La verdad, creo que tiene otra mujer. No sé si la tiene desde antes de que muriera mi mamá, o si la conoció después. Para lo que me importa. Al contrario, gracias a esa mujer casi nunca viene a la casa y no tengo que aguantarlo.

En la casa vivimos mi hermana mayor, que es una borracha; y mi hermano el de en medio, que siempre pone su música a todo lo que da y no me deja oir nada que me guste. Es un pendejo. Sólo oye pendejadas.

Mis gatos desaparecieron poco después de que murió mi mamá. Aunque todo el mundo quiera verme la cara, sé que mi hermana los llevó a que los sacrificaran. Todo cambió desde que murió mi mamá. Lo bueno es que yo siempre he sido muy madura para mi edad y sé arreglarlemas sola. Por eso aproveché que entré a la prepa y me metí a clases de ingles, de tenis y de teatro. Cualquier cosa es mejor que estar en casa con mis hermanos.

Desde el primer día de clases me di cuenta de que le gustaba. Me miraba mas que a cualquier otra alumna y muchas veces lo caché con los ojos comiéndome las chichis. Así que empecé a ponerme blusas cada vez más escotadas. Esta la corté para que se me vean más. Hay gente que me pregunta si son naturales, y me da mucha risa porque sí, así las tengo, redondas y duritas. En general los hombres me miran mucho y eso me gusta. Sobre todo que me miren los hombres mayores, no los de mi edad.

El otro día, después de la clase, me preguntó si iba caminado a mi casa. La verdad es que está bastante lejos, pero yo le dije que sí porque sabía que quería acompañarme. Lo malo es que varios de mis compañeros se nos pegaron, como él es el profe, pues todos lo siguen.

Nunca me ha dicho que le gusto. Pero cuando nos tocan ejercicios de reconocimiento, --así dice que se llaman, más bien deberían ser ejericios de fajamiento--, siempre se pone conmigo. Esos ejercicios son para toquetearnos. Todos aprovechamos porque él nos hace cerrar los ojos y nos pone por parejas a su antojo. A todos nos gustan esos ejercicios. Todos se han manoseado entre sí. Mariano, Memo, Marisol, Claudia, Ramón. Y como todo está a oscuras y tenemos los ojos cerrados pues es más fácil…, ya sabes, tocarnos toooooooooodo. Aunque a mí siempre me toca con el profe. La primera vez que me tocó las chichis, lo hizo suavecito, como si sus dedos fueran de aire. Toda la piel se me erizó. Y sentí como si me hiciera pipi. Pero no era pipi. Me mojé sólo con sentir sus dedos. Ya antes me había mojado, pero no tanto. Tuve un noviecito en la secundaria, era de mi edad, y nos abrazábamos y nos tocábamos allá abajo, pero nunca nos besamos, nos daba pena. Tocarnos allá abajo no nos daba pena porque no nos mirábamos. Y si nos hubiéramos besado, al separarnos a fuerza nos hubiéramos visto. Antes de eso ya me había tocado allá abajo. Tenía como diez años. Era sábado, estaba aburrida y estaba en la cama viendo calabozos y dragones. Me dio comezón y me rasqué. Sentía que ahí abajo tenía como un gordito. Y cómo siempre he sido muy flaca, me dio risa que tuviera un gordito. En la primaria no nos enseñaron que esos son los labios mayores. Eso lo prendí en la secundaria, pero ahora sé que tengo unos labios carnosos. Como sea, estaba aburrida, y me empecé a pellizcar el gordito, sentí rico y seguí haciéndolo un rato hasta que mi corazón latía tanto que tuve que parar por miedo a que mi mamá lo oyera y se asustara. Ella estaba en la cocina haciendo hot cakes. Y creí que el corazón me iba a estallar y arruinaría el desayuno. Desde ese día mi pasatiempo favortio los sábados y domingos por la mañana fue pellizcarme el gordito. Luego me di cuenta de que se sentía mejor si en lugar de pellizcarlo lo frotaba. Luego mi mama enfermó y la internaron. Esos fueron años muy tristes. Desde entonces no como un desayuno rico. Y me olvidé del gordito, hasta que conocí a mi novio de la secundaria, justo después de que murió mi mama.

La segunda vez que hicimos ejericios de reconocimiento, pegó sus labios a los míos, igual que con los dedos lo hizo suavecito, suavecito. Creí que el corazón me iba a estallar, y creo que él también porque se separó de inmediato y paró el ejericicio. Todo el mundo protestó porque los dejó con ganas.

El tercer ejericicio de reconocimiento apenas me tocó, sentía su aliento en mi oreja, su respiración entrecortada y como él no me tocaba pues yo tampoco me atrevía a tocarlo a él. Hasta que sentí su mano sobre la mía, me la apretó muy fuerte. Yo empecé a tocarlo, nada más por encima, no sabía exactamente que es lo que quería él, estaba muy raro, pero así tropecé con aquella cosa caliente y dura que salía de su pantalón. Casi me morí de risa cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, se lo había sacado y se estaba masturbando frente a mí. Otra vez me mojé, y me sentí halagada. Aunque también un poco decepcionada porque no me tocó.

Extraño mucho a mi mamá. No he llorado desde que se murió porque sé que si lloro no voy a parar nunca. Porque el dolor está aquí, en este huequito y no lo dejo salir. Pero desde ese ejercicio, el tercero, creo que entendí la razón por la que mi mama murió. Fue para hacerme mujer. Si mi mamá viviera, ella vendría por mí a las clases de teatro. A lo mejor ni siquiera estaría en las clases de teatro porque a ella y a mí nos gustaba salir todas las tardes a caminar, a comer helado, al cine. Me la pasaba super con mi mama. Y si ella viviera, pasaría las tardes con ella y no con mi profesor.

Después de ese ejercicio, el tercero, me hice el propósito de llegar más temprano que nadie para estar a solas con él. Cuando llegué él ya estaba ahí, fumando y jugando con una escoba. Mi corazón se aceleró, y todo se me borró de la mente. Pero él ni me peló. Me saludó de lejos con la mano, subió el volumen de la música y se salió del salón. Yo me quedé adentro sin saber qué hacer. Odié el perfume que me había puesto, le robí a mi hermana un poquito de su envy original que esconde en su closet para que yo no lo use, y odié ser tan estúpida y haberme imaginado tantas cosas antes de llegar a la clase ese día. Para mi suerte Ramón llegó temprano también, y no tuve que seguir esperando como idiota a que él me mirara. No me miró para nada durante toda la clase. Se puso a platicar con Ramón del Nuevo disco de Fito Paez y de Baglietto. Poco a poco llegaron los demás. Hicimos ejercicio de reconocimiento pero esta vez me puso con Mariano y él se fue con Claudia. Apenas apagó la luz, yo abrí los ojos, si tocaba a Claudia como me había tocado a mí iba a matarlo. Pero no lo hizo, se pasó todo el ejericicio mirándome, así que yo tome la verga de Mariano entre mis manos con mucha fuerza, decidida a masturbarlo, pero Mariano se dobló y me aventó. Caí de espaldas como una idiota, el profe prendió la luz, y todo el mundo se rió de mí.

Al final, no supe si ese día fue bueno o malo. Hice el ridículo, él me ignoró ante todo el mundo, pero a escondidas no me quitó la mirada de encima. Me puse feliz porque le seguía gustando. Pero los demás días, me trató X.

El semestre está por terminar y no sé qué voy a hacer todo el verano, no quiero quedarme en casa oyendo los gritos de mi hermana y mi papá y la horrible música de mi hermano. Estoy en mi cama, escribiendo. Escribo todo esto para que no se me olvide nada. Pero no sirve de mucho… En tres hojas he escrito mi vida de los últimos seis meses. Soy una miserable. O mi memoria anda mal, o mi vida es una mierda y no pasa nada. Ojalá pudiera desaparecer como las nubes. El teléfono está sonando y la estúpida de mi hermana me grita que conteste. Me vale madres quien llame, debe ser mi papa para regañarme por algo.

Mi hermana sigue gritando, cada vez que voy a tomar el teléfono parece que se hace más grande la distancia de mi cuarto al pasillo. Si tuvieramos un teléfono inalámbrico… pero son muy caros, y mi papá dice que no va acomprar uno de esos para que me encierre a hablar pendejadas con mis amigotas ¡Pinche, teléfono, por qué siguen llamando!

Oh, my God! Me están temblando las piernas, debe ser una aluinación, estoy obsesionada, estoy confundiendo su voz, no puede ser él, él no tiene el número de mi casa.

n Conseguí tú número en control escolar…

¿Eso se puede hacer? No, no creo… ¿Pero a quién le pidió mi número? Sólo lo tienen Mariano y Ramón… ¿Tiene el número de Mariano o Ramón…

n Tienes cuatro faltas injustificadas y control escolar te dejó sin derecho.

¡¡¡¡Imposible!!!! ¡Nunca he faltado a tu clase precisamente porque es clase!

n Sí, debe ser un error, pero ya conoces a control escolar, no se les puede explicar nada.

¡Nooooooooo! Mi papa me va a matar si repruebo una material, ¡aunque sea la pendeja materia extracurricular!

n No, no vas a tener que recursar. Creo que ya sé cómo solucionarlo.

Me está viendo la cara... Nadie puede cambiar un sin derecho… ¡Qué emoción!

n No olivides traer tu tira de materias. Necesito tú número de control.

En las lista está mi número de control, qué pendejo eres para mentir… Por supuesto que no pienso decírselo…

No me estés chingando, Lourdes. Sólo lo pienso, ella está gritándome que vaya a la tienda por una crema Alpura. Me vale gorro lo que quiera. Voy a bañarme, a… A robarle un poco de perfume y a planchar mi ropa, ¡¡¡¡¡¡¡apenas tengo tres horas para todo eso!!!!!!!!!

Me pinto los labios o no me pinto las labios ¡Carajó! Si me besa este labial sabe del nabo. Debí comprar el de cerezas…

Desde las escaleras se oye De música Ligera. Estoy nerviosa. Siento cosquillas en todo el cuerpo, ¿y si me besa? Nunca me han besado ¿Se dará cuenta? No sé besar… Ahí está, cambiando el cassette. Ni me ha visto. Todavía puedo regresar a mi casa y decirle luego que mi papá no me dejó venir. Mierda, ya me vio… ¿Qué, la tira de materias? No necesitas mi tira de materias, eso es un cuento…

Se la doy.

n 907644, te tengo, puedo hacer contigo lo que quiera…

¿Habla de la escuela o se me está insinuando? No te rías así, por favor, me tiemblan las piernas cada vez que te ríes así.

n Mierda, se me acabaron los cigarros.

Los cigarros te ponen verdes los dientes… Otra vez esa sonrisa.

n ¿Hasta cuándo me vas a hablar de usted?

¿Hasta que me cojas? No me puedo decirle eso…

n Eres una niña.

¡No, no soy una niña! ¡Por qué contesté eso! Mamá, por qué carajos me enseñaste a hablar de usted a la gente mayor… Él no es tan mayor. Tiene 30. Y yo 15. Y es mi maestro de teatro… No cuenta como maestro… La cagué…

n ¿Me acompañas por cigarros?

Me salvé. Está haciendo tiempo… También está nervioso… Sí, lo pongo nervioso…

n ¿Cuantos hermanos dijiste que tienes?

n Dos. Un hermano y una hermana.

n Espero que tu hermano no sepa artes marciales.

n Es cinta negra… Judo.

n Bueno, espero que no sea celoso…

Guau, esa fue directa ¿Me río? ¿Digo algo? ¿Hasta dónde queda la pinche tienda? ¿Quién es esta pendeja? ¿Por qué lo saluda así? Le está pegando las chichis… ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Y él se deja!!!!!!!!!!!!

¡Se va, por fin! ¡Idiota! ¿Y los cigarros? ¿Por qué regresamos al teatro? Mejor no preguntes. Era un pretexto. Quería los cigarros porque no sabe qué hacer contigo. Bueno, conmigo. Creo que le gusto más de lo que pensaba.

¡No me mires así, por favor! Quita esa canción es horrible. Claro, subes el volumen para que nadie se de cuenta de que estamos solos… ¿¡Qué?!

n ¿Has besado a muchos?

¿En qué momento empezó a besarme? ¡Espera, era mi primer beso y ni cuenta me di! No puedo decirle eso.

n … Sólo a mis novios.

n ¿Has tenido muchos novios?

Sigue besándome… Siento cosquillas con su lengua… ¡Oye!!!!!!!!! Qué rico se siente tu mano ahí… Guau!!!!!!!! Qué fuerte es… ¿Aquí, en la mesa?

n ¿Cuántas vesces lo has hecho?

¡Ninguna! ¡Mil, las que tu quieras!!!!!!!!! Dios mío, esos besos en mi pubis son mejores que…. Bésame más… Sí, tócame donde tu quieras… Sí, abro la boca… Qué fea es… Su ver… Creo que voy a guacarear.

n ¡Qué chingados haces!

n ¡Nydia!

n ¿Nydia?

n ¡Vístete que te vamos a llevar con tus papás!

Yo no sabía que estaba casado. Tampoco sabía que esa Nydia era su esposa, y ¿por qué esa pendeja me llevó con mi papa, a decirle que me cuidara, como si fuera una gran puta, en lugar de llevar a su esposo a la dierección por meterse con una alumna? Ya no sé para qué guardo esta pinche libreta. A veces me gusta leer lo que escribo porque siento como si fuera una persona distinta, o muchas personas distintas a la vez. Y es lo único que no ha revisado mi papa ni mi hermana Lourdes… Es lo único que todavía me queda para mí sola… Sí, mi única intimidad, esta libreta ¿Soy una enferma sexual, doctora?

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